La dinámica inmobiliaria ha cambiado en Carabobo. No es lo mismo vender una vivienda en una zona donde los apagones son cada vez más frecuentes y prolongados, que donde las fallas resultan esporádicas. Es un factor que ha incidido de forma determinante en la caída de 70% en los precios de las casas y apartamentos en la entidad.
Lo mismo sucede en otras regiones del país como el estado Zulia. «Si hace un año una vivienda costaba 100 mil dólares, hoy no se cotiza en más de 30 mil porque nadie quiere mudarse a un lugar donde no hay electricidad, agua o no no pasa el transporte público», aseguró el presidente de la Cámara Inmobiliaria de Venezuela, Carlos Alfonso González.
Esto ha provocado que el país sea el que tiene los precios del metro cuadrado de una vivienda secundaria más bajos del mundo. «Si tomamos una ciudad capital como Caracas y una como Bogotá, Lima o Quito, en Caracas está entre 500 y 800 dólares, y en esas otras grandes capitales es de dos mil o tres mil dólares por metro cuadrado», indicó el presidente de la Cámara Inmobiliaria de Carabobo, Pino Grisaffi.
A todo esto se une la paralización de nuevos proyectos, no solo por la escasez de insumos y la falta de confianza para invertir en el país, sino porque es inviable. «Es más caro construir un apartamento que el precio en el que está en el mercado. Así que no es lógico trabajar para peder».
La mano de obra calificada del sector que más empleos aportaba en Venezuela se perdió. La mayoría se fue del país, otros se dedican a otras labores como ir a la frontera, comprar mercancía y revenderla. «Pero sabemos que apenas se de un cambio regresarán, porque son profesionales en su rama y los sueldos siempre fueron competitivos».
Tanto González como Grisaffi coincidieron en que durante los dos primeros meses del año hubo un repunte en los precios de los inmuebles por la esperanza de cambio que significó el presidente encargado de Venezuela Juan Guaidó. «Eso deja en evidencia que con las medidas políticas correctas la economía se reactivará en positivo».